Terra da fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada rosto, igualdade
O povo é quem mais ordena
Todavía cantamos esta canción cuando llega el día.
Tierra de fraternidad, el pueblo es quien más ordena.
Comprábamos claveles y los exhibíamos, orgullosos del fin de una dictadura que fue un augurio y un precedente del final de la que persistía en España.
Y cantábamos la canción sin saber aún que Grândola era un municipio del centro de Portugal ni haber escuchado antes de la Revolución de los Claveles el nombre de su autor, José Alfonso.
¡Cuánto deberíamos aprender de los hermanos portugueses!
En este momento de crisis, dolor y encierro, en Portugal se están haciendo las cosas con eficacia y concordia. "Un éxito —si es que se puede hablar de éxito en circunstancias en las
que se producen fallecimientos— atribuible no solo a la responsabilidad
de los ciudadanos portugueses, sino también a sus instituciones y a su
clase política", dice hoy el editorial de El País:
Mi admiración por las gentes y las maneras de este Portugal del siglo XIX.
Y el recuerdo imborrable de sus paisajes, sus castillos y sus pueblos.
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