viernes, 10 de abril de 2020

Flores para los abuelos

Flores en los contenedores de basura. Preciosas flores que se han estropeado antes de salir siquiera de los almacenes.  La imagen es triste. Es un símbolo de este periodo dominado por el maldito virus. Las flores representan el esfuerzo de tantísimas personas que trabajan en el campo, en los talleres, en las vías públicas, en los pequeños negocios de los barrios, en empresas que los han mandado al paro. El esfuerzo también de los jóvenes que empezaban a ejercer un oficio o una profesión y ahora vuelven a la casilla de salida.... Tantos esfuerzos de tanta gente que, de repente, parecen haber acabado en la basura, en el olvido, en la ruina.

Viendo la noticia de la crisis en el sector de las flores y la petición de que se traslade de fecha el Día de la Madre, primer domingo de mayo, se me ocurre una idea: en cuanto se levante el confinamiento y podamos visitar a nuestros padres, abuelos y tíos mayores, llevémosles flores.
Quizás no podamos abrazarlos o besarlos en el primer encuentro después de la separación, pero sí podemos llevarles flores para expresarles nuestro cariño y la alegría del momento. Flores para contrarrestar la pena de su ausencia durante tantas semanas. Flores para las abuelas y las madres pero también para ellos, para los padres, los abuelos y cualquier mujer u hombre mayor que se nos antoje.

Y si luego queremos celebrar el Día de la Madre, como sugieren los floristas, ¿quién nos lo impide? No necesitamos que ninguna autoridad nos indique la fecha. La acordamos entre todos avisándonos a través de las redes.
Y ese día volvemos a comprar flores para ellas, para las madres jóvenes, que están ahora metidas en casa con sus hijos, y para las madres mayores, que no están con nosotros y seguramente nos echan tanto de menos como nosotros a ellas. 
Esta es mi sugerencia.






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