sábado, 19 de febrero de 2011

Chamberí en blanco y negro


La tienda de la foto sigue existiendo hoy día, aunque ha cambiado de contenidos y de colores.
Tienda de ultramarinos de Santa Engracia 55, 1914
Han pasado tantos años que los niños que asoman a los balcones, atraídos por el reclamo del fotógrafo, serían ahora ancianos centenarios. Y los huevos cuestan muchísimo más que los 55 céntimos (de peseta, o sea, 0,003 euros) que anuncia el cartel del escaparate, encima de los montones de alubias o de garbanzos. Las latas de conservas y los sacos de legumbres ya no llenan el espacio interior de la tienda, sino que allí se venden libros y material de papelería, se hacen encuadernaciones, fotocopias, revelado de fotos digitales..

Los actuales propietarios conservan esta foto, ampliada y rutilante, en una de las paredes del establecimiento. Para recordar que todos somos herederos de una historia forjada por hombres y mujeres que nos precedieron en las calles de nuestros barrios, personas que algo hicieron para que esta ciudad (y cualquiera) sea como es en el presente. Para bien o para mal.

La foto se ha convertido en la portada de un libro publicado este mes y titulado "Chamberí en Blanco y Negro, 1875-1975" Los profesores Juan Miguel Sánchez Vigil y María Olivera Zaldua, han indagado en diversos archivos públicos y privados (ABC, Fundación Diario Madrid, Museo de Historia de Madrid, Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, Instituto del Patrimonio Histórico, Archivo General de la Administración) y han recopilado casi trescientas fotos para llenar de imágenes este libro. De ellas, han entresacado 60 para montar una exposición que estará abierta hasta el mes de marzo en el Centro Cultural Galileo.

Plaza de Chamberí, tenencia de alcaldía
Para quien ahora transita por estas calles populosas del centro de la ciudad, cuajadas de edificios, de bares, de coches ruidosos y veloces, es asombroso contemplar los mismos escenarios en una época en que todavía las calles estaban bordeadas por solares sin edificar, y por su empedrado circulaban carros tirados por mulas, tranvías y unos pocos automóviles renqueantes y casi elitistas. 

Esquina de Ríos Rosas con Santa Engracia, 1920
Y merece la pena admirar la labor de los fotógrafos de entonces, artistas que utilizaban sus artilugios, complicados y voluminosos, con una maestría que convierte sus imágenes en obras imperecederas.

Las fotos, por supuesto, son del libro que menciono.