Sobre todo, a los que procuran informar sin añadir ingredientes tóxicos, versiones particulares sin sustento científico, opiniones alarmistas y augurios negativos a posteriori, cuando ya todo está revuelto y contaminado.
Los buenos periodistas destacan en estos tiempos confusos. Los que nos narran la actualidad con toda su carga vírica, pero sin inculcarnos más miedo que el que ya nos agarrota la carne y el pensamiento.
El sábado es el tiempo de Javier del Pino, un hombre de voz sosegada y certera, que esta mañana entrevistaba en "A vivir que son dos días" a uno de los 53 médicos cubanos que el pasado lunes se trasladaron a Italia para ayudar a sus colegas a combartir el maldito virus.
"Estaremos listos para cuando en nuestro país ocurra esto, tendremos que regresar para enfrentarnos a la misma pandemia", decía el médico con el acento dulce de los de su isla.
Y formuló una frase que me ha estado rondando toda la mañana.
Solidaridad no es dar lo que te sobra
sino compartir lo que tú tienes
Llevamos quince días en casa, sin coger el autobús o el metro para ir a trabajar, sin mover el coche, sin ver a los padres y los hijos que no viven con nosotros, sin salir a dar un paseo o a comprar el pan o la leche sin ponernos antes los guantes y la mascarilla.
¿Cómo lo estarán llevando las familias que viven hacinadas en pisos reducidos, los que viven en pisos sin ventanas a la calle, los que están con tratamientos médicos por causas que no son el coronavirus, los que se han quedado sin sueldo porque han perdido el trabajo, los que tenían una papelería o una tienda de chucherías, los vendedores ambulantes, las cuidadoras de ancianos, el muchacho africano que antes pedía una dádiva en la puerta del supermercado? ¿Cómo lo estarán pasando?
1 comentario:
Yo también lo escuché esta mañana. Qué hermosa definición de ese concepto.
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