lunes, 6 de abril de 2020

Libros y voluntarios

A una enfermera del hospital de Ifema se le ocurrió la idea: buscar libros para que entretuvieran las horas los pacientes que ya estaban en proceso de mejoría. Sus compañeros, trabajadores sanitarios y de emergencias, voluntarios también, se pusieron en marcha.  Uno de ellos ha ido a domicilios particulares a recoger donaciones. Otra se ha puesto a organizar los fondos. Todos ellos han mostrado su confianza en el valor terapeútico de los libros. Han creado la biblioteca "Resistiré".

Un libro es el compañero ideal en estas jornadas de encierro. Sea novela, poema o biografía lo que leemos, a bordo de un libro las horas de las largas tardes de primavera se llenan de contenido, de emociones, de fantasía, de experiencia. También ese efecto benévolo tendrá el libro para nuestros enfermos, debieron de pensar los sanitarios de Ifema, fijándose sobre todo en los que ya empiezan a reponer fuerzas, a doblegar la fiebre, a superar las dificultades respiratorias. A ellos también hay que ayudarles a manejar la crisis con un libro.

¡Cuánta buena gente se deja ver en estos días! No son superhéroes ni hadas madrinas, son únicamente mujeres y hombres generosos, sensatos, con ideas lógicas y empatía social, con un afán inmenso de colaborar con los seres humanos que están a su alrededor. No se les entrevista en los noticiarios, no dan titulares a la prensa, no se quejan de que el gobierno no les llame ni les felicite por su entrega, no esperan galardones a posteriori. Simplemente actúan como la conciencia les dicta. La conciencia, el corazón y el sentido común.

Mi amigo Ángel, cronista del confinamiento, escribe hoy sobre los voluntarios del barrio, un grupo de personas que se coaligaron a poco de comenzar la situación de alarma, sin intervención de ninguna entidad oficial, sin reclamar ninguna ayuda material, para ayudar a sus vecinos en las tareas cotidianas mientras nos dure el encierro: bajar a por el pan o la lechuga, a por las medicinas de la farmacia, a tirar la basura.

Ángel colgaba hoy el cartel de estos voluntarios en su artículo.
Y acababa con una frase que suscribo: Es un orgullo contar con ellos.