jueves, 30 de abril de 2020

Preguntas

¿Puedo celebrar mi cumpleaños?
Escuché esta pregunta ayer en un informativo. No me la he inventado yo.
Pero me puedo inventar alguna para participar en esta curiosidad general y sumarme al panorama de confusión que han generado las directrices de la llamada desescalada.

¿Puedo usar el lavabo si voy a la terraza de un bar? ¿Tengo que usar los guantes para tirar de la cadena?
¿Conviene que me lleve mi propia taza si voy a pedir café o mi copa si voy a tomar cerveza? ¿Y la cucharilla para diluir los azucarillos?
¿Debería usar prendas de manga larga cuando haga calor para evitar que se me contaminen los brazos? ¿Debería evitar las sandalias para que no me caigan gotículas de virus en los pies?

Hay muchas dudas. Lógico y lícito.
Dudas colectivas y dudas individuales que cada cual plantea según sus intereses, sus apetencias y sus circunstancias. Y a todos nos asiste el derecho a preguntar.
Lo que no entiendo es que exijamos a las autoridades competentes una normativa exacta, cuadriculada, milimétrica para abordar situaciones particulares, rebuscadas incluso, para saber qué hacer en cada momento del día y de la noche.
No entiendo que se critique que de la inteligencia y de la responsabilidad de cada uno o una dependa la forma exacta de actuar en circunstancias muy concretas y muy personales.

Vamos, que tú sabrás si puedes celebrar tu cumpleaños, tú sabrás si puedes bajar la basura en pijama o si tienes que abrir el buzón una vez o siete a la semana, tú sabrás si quieres casarte con tu pareja cuanto antes o lo dejas para cuando puedas recibir a 500 invitados.

No hay comentarios: