De jovencilla me apunté a una biblioteca pública porque mis ganas de leer superaban las posibilidades de lectura que tenía en mi casa y superaban, por supuesto, el dinero que disponía para comprar libros. De mayor, seguí acudiendo a otra biblioteca donde podía elegir títulos poco conocidos, descatalogados algunos, otros recientes, donde podía examinar una novela antes de llevármela conmigo e, incluso, devolverla sin compromiso si al llegar a la página 6o (o a la 30) y la trama no me encandilaba.
En esta biblioteca he tomado prestado muchos libros que he utilizado para consultar y averiguar datos que me requerían ciertos trabajos o estudios. Algunos libros me han resultado tan interesantes que, luego, he acudido a una librería a comprar un ejemplar para tenerlo en mi casa.
En la biblioteca he hallado también un montón de cuentos para mis hijos, tebeos, novelas de aventuras... Ir a la biblioteca era divertido para los niños y un gozo para su madre. La bibliotecaria les aconsejaba lecturas según lo que a ellos les apetecía en cada ocasión, les ofrecía títulos recién llegados, los conducía a las enciclopedias para que buscaran asuntos relacionados con sus deberes escolares o rebuscaba entre las hileras de comics si les veía perezosos para las letras.
Así que hoy me sumo al día de las Bibliotecas recordando a esta mujer que ayudó a mis hijos, y a tantos niños como ellos, a disfrutar del placer de la literatura y de la amistad de los libros, que les acompañará de por vida.
(Fachadas de las Bibliotecas públicas de dos pueblos de Madrid).
30 comentarios:
La biblioteca es un refugio, un lugar donde soltar la imaginación acompañada sólo por un libro.
Un beso, Cecilia.
Gracias por recordarme esta fecha.
Felicitaré a nuestras bibliotecarias!
Besos
Qué distinta sería nuestra sociedad si acudiera a las bibliotecas para sumergirse en el sinfin de posibilidades de entretenimiento y formación que permiten. Son santuarios del placer por la cultura, lugares para ensimismarse con lo que otros escribieron y de lo que nos apropiamos con total libertad. No se trata de nadar entre libros, como diria Zafón, sino de saber seleccionar para nuestro deleite entre infinitos frentes abiertos.
La verdad es que es una suerte tener una biblioteca cerca y saber hacer uso de ella.
Gracias por tu recomendación de "Los girasoles ciegos". Ha sido el primero de la lista y ya casi lo estoy terminando. Creo que estoy enganchándome a la sana afición de la lectura.
Muakk
Feliz día de las Bibliotecas. Permíteme que introduzca un recuerdo.Cuando llegué a Badajoz,mi madre me llevaba por las tardes a la Biblioteca infantil, y yo que venía de un pueblo pequeñito disfrutaba como una loca. Aunque tenía un montón de cuentos en casa (mi padre es lector compulsivo, y comprador de libros para cualquiera que comparta su afición), me encantaba ir a la biblioteca, y sentarme a mirar los que había allí. Besos, querida Cecilia.
Por cierto, ¿te gusta mi nueva imagen? (es Julia con un pañuelo en la cabeza)
Eres muy amable. Te escribo ahora para recordarte que tienes pendiente una petición de video musical, tal y como dije la semana pasada. Tú eres la primera en pedir.
Besos
Yo cambiaría el día y lo celebraría por todo lo alto el día 12 de octubre, ¿qué mejor que enseñar al mundo la cultura que tienes? Eso acojonaría más que los tanques.
Me gusta el día... aunque me he vuelto comprador compulsivo de libros.
Saludos y salud
No sabía que era hoy el día de las bibliotecas. Hoy he pasado por la de mi barrio a renovar un préstamo (con la de días que me sobraban antes). En casa todos tenemos el carnet, incluído mi nene de 13 meses al que le saco libros y discos, además de los ratos que nos pasamos en el área infantil jugando.
Siempre he sido usuaria, por economía, por espacio y por lógica. Las bibliotecas son imprescindibles.
Un beso
La biblioteca es y será siempre un lugar mágico, donde uno puede viajar en el tiempo, viviendo las historias que regalan los libros.
Un libro siempre es un amigo, que habla cuando lo abrimos, o que espera paciente cuando lo cerramos dejado marcada la página para volver más tarde.
Mi hijo desde muy pequeño tuvo su carnet, y hacía uso de él y continúa haciéndolo, por puro placer.
Un abrazo y gracias por recordarnos ese día tan especial:)
oh..la biblioteca...antes de ser un treintañero canalla, fui niño y adolescente ratón de biblioteca...Recuerdo imborrable y mención especial merecen dos: La Biblioteca popular Francesca de Bonnemaison, en la C/Baix de Sant Pere...y la Biblioteca de Catalunya, en la C/del Carme., en Barcelona...en esta pase incontables horas de mi época de estudiante y tuve , entre otros, el extraño placer de ver trabajar en directo a Eduardo Mendoza, un silencioso compañero de mesa...
un abrazo
PD..Cecilia, mi último post, como el de Anabel, pero diferente...también se ha hecho siguiendo tus instrucciones/sugerencias,...un abrazo
Las bibliotecas, de las que ya se ha hablado (escrito) con anterioridad en este espacio pueden llegar a ser lugares mágicos, especialmente para los niños. No sabía que tenían un día, y ahora que lo sé, la verdad es que me parece poco. Aunque si sirve para fomentar no ya la lectura sino al menos las visitas, habrá valido la pena.
Siempre aprendo algo nuevo contigo.
Cecilia, no sólo me sumo a tu homenaje a un lugar que visito a menudo...por placer y a veces por obligación ( las menos) sino que pido tu permiso para enlazarte... De hecho lo hago ahora mismo, si no ves inconveniente...
Un beso Cecilia, lo dejo entre las flores de tu balcón...
Yo el año pasado estuve trabajando en un biblioteca y, más allá del puro trabajo sistemático de ordenar libros, estos lugares guardan en su interior una magia especial que hacen que vayas a trabajar de otra manera, más feliz y sabiendo que el trato con la gente que pasa por allí va a ser agradable y cordial. Me gustó, y por eso este año repito a mi vuelta de Liverpool.
Desde luego,desde niña siempre he encontrado en los libros expresados con claridad sentimientos que yo no sabría expresar,vivencias parecidas,fuentes de información y siempre suelo decir que casi todo lo aprendí en los libros:desde hacer punto hasta cocinar,pediatría,sicología,novela.Siempre
están para sacarnos de apuros o gratificarnos con sus excelencias.
Yo los empecé a guardar desde niña,algunos me costaban 25 pesetas,tengo todo tipo de tebeos también,cuando está tan revuelto el mundo como ahora voy a consultar los libros de Historia porque el saber sí ocupa lugar y nuestra memoria no puede almacenar tanta cantidad de conocimientos y sucesos.Abrazos
Lugares de paz donde disfrutar de la lectura o donde poder recoger aquel libro interesante para llevarte a casa, en mis años mozos fuí socia de una biblioteca, de pueblo pero encantadora.
La biblioteca.....que recuerdos me trae, momentos de paz, de relax, de aprendizaje,de paz interior.
De niño siempre me gustaron, sus silencio invitaba a pensar al tiempo que leias, se disfrutaba de la lectura de una manera que no he vuelto a disfrutar.
Un saludo
Soy también asiduo a las bibliotecas, más en unas épocas del año que en otras, dependiendo del trabajo, a veces no sólo a leer sino a pedir libros prestados que después me obligo a leer.
Un abrazo
Refugio, templo, casa, mesa...Cuantas cosas puede ser una biblioteca!
Es el tçipico dato que el 95% de la población esconoce...
El día de las bibliotecas, ni más ni menos. Yo no diré que las bibliotecas sean un refugio, como dicen por aquí, para mí el refugio han sido y seguirán siendo los libros. El edificio en sí puede llegar a ser muy frío y funcional (ojalá encontrase la idílica biblioteca de madera...), nada acogedor.
Pero bueno, dejando de lado los gustos, es cierto que una biblioteca ofrece muchos más servicios que unos baños públicos o un techo en una tormenta imprevista, aunque eso lo desconoce la gran mayoría.
Un saludo =)
Yo no sabía que las bibliotecas tuviesen un día, pero me alegra ahora saberlo!
:)
recuerdo un día que bajé con mi carné en el bolsillo del peto de pana y mis libros para devolver, y estaba cerrada la biblioteca. yo tendría como ocho o nueve años y era una niña solitaria. la cara de decepción que se me quedó debió ser grave, porque al regresar a casa mi madre me puso el termómetro y todo...
por cierto, cecilia, tienes un premio que puedes recoger cuando quieras en el Manual...
Yo soy asiduo a las bibliotecas. Desde el colegio hasta la FAcultad, he visitado muchas bibliotecas. Me encanta estar en ellas. Cada mes, me llevo 3 libros de la biblioteca de mi barrio. Un beso.
Acabo de recordar que yo hice el SERVICIO SOCIAL en una biblioteca,pero seguro que ningún joven,por suerte,sabe a qué me refiero.
las bibliotecas son monumentos que deberíamos contribuir a extender, respetar y conocer
Cecilia, al leerte he recordado a una profesora muy querida en mi ciudad que además siempre fue la bibliotecaria y aún con 80 años y por supuesto jubilada, sigue yendo todas las mañanas a pasar un ratito en su oficina. A ella le debo que cuando he tenido malos momentos, mi aficción por escribir siga adelante. Esta mujer descubrió el lugar de nacimiento del Arcispreste de Hita, much@s jóvenes estudiaron gracias a su ayuda y apoyo y para mí, es un ejemplo de mujer en todos los sentidos.
Las bibliotecas y las personas que las regentan, pueden convertir en personas más cultas a los que nos dignamos visitarlas e incluso, hacernos mejores personitas.
Gracias por este recuerdo.
Besicos preciosa.
Sí cecilia, gracias a las bibliotecas accedemos a libros e historias que nos hacen crecer. Yo antes la tenía lejos pero ahora la tengo a una calle y me encanta refugiarme en ella. Es bonito que hayan dedicado un día a ellas. Te agradezco la información.
Un beso,
Rachel.
Quizás el mejor lugar de peregrinaje: la biblioteca. Aunque quizás habría que cambiarlas el nombre, pues ya no hay sólo libros ,sino que ofrecen todo tipo de posibilidades: hojear cualquier revista o periódico cómodamente sentado, escuchar música, ver la televisión ...
No hay excusa para no leer porque los libros son caros; sin pagar un euro puedes pasarte la vida entera leyendo.
Un abrazo.
Las bibliotecas son para mí lugares mágicos, donde hay muchas voces, muchas palabras deseando ser escuchadas...
Soy un habitual de las bibliotecas. Actualmente, soy socio de dos. Me encanta acudir a estos lugares muchas veces sólo por el ambiente, para echar un vistazo a ciertos libros. Afortunadamente, hoy las bibliotecas son espacios culturales donde el abanico temático es muy amplio: a veces salgo con un libro, un disco y un DVD. Quien no acude a la biblioteca se pierde una actividad solitaria tremendamente enriquecedora.
Leyéndote me he recordado a mi misma, de niña, devorando libros de la biblioteca pública, leyendo cómics de Tintín, los únicos que me gustan. Descubriendo autores y aprovechando la luz de la calle detrás de un pequeño balcón en verano a altas horas de la madrugada.
Un beso
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