viernes, 8 de mayo de 2020

Parques y bares

Los bares del centro de Madrid están limpiando sus instalaciones, convencidos, acaso, de que en breve volverán a tener clientela.

Las prisas de los bares y restaurantes, de los que hay cientos y cientos en Madrid y que, en efecto, generan muchos puestos de trabajo y suponen un alto porcentaje del movimiento económico de la ciudad (y de muchas otras, eso es cierto), esas prisas ¿son las que empujan a las autoridades regionales a pedir el paso a la fase 1 a pesar del desacuerdo, entre otros, de la directora de Salud Pública, que  dimitió ayer sin  firmar los documentos exigidos para avanzar?

¿Van a abrir los bares antes que los parques de Madrid? Esta tarde se quitarán los precintos de las plazas ajardinadas y algunas zonas verdes, menos mal. Pero quedan 19 espacios clausurados, entre ellos el Retiro, la Casa de Campo, la Dehesa de la Villa... ¿Son más peligrosos que los bares?

¿Seguiremos sin poder entrar dos personas de la misma familia al supermercado mientras en las mesas del bar podremos sentarnos de dos en dos o de tres en tres? ¿Seguiremos haciendo cola delante de la farmacia, de la frutería, de la panadería mientras que la terraza de al lado se llena a la mitad de su capacidad anterior?

¿Nos dejarán sentarnos, por fin, en un banco de la calle o sólo se nos permitirá sentarnos en las terrazas? ¿Y pararnos a charlar con los vecinos guardando las distancias físicas? ¿Y saltarnos lo del kilómetro de distancia para acercarnos a las casas de nuestros familiares y verlos cuando se asoman al balcón?
¡Sin humos, sin ruidos, sin agobios!

2 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Hay que ser prudentes.

El Deme dijo...

La obsesión de la gente a tomarse una cerveza en una acera es uno de los comportamientos humanos que deberían estudiar los sociólogos.