domingo, 14 de septiembre de 2008

Irene Nemirovski asesinada

"El 13 de julio los gendarmes franceses llaman a la puerta de los Nemirovski. Van a detener a Irene. Es internada el 16 de julio en el campo de concentración de Pithiviers, en el Loiret. Al día siguiente la deportan a Auschwitz en el convoy número 6. (...) Es asesinada el 17 de agosto de 1942". (Suite francesa, prólogo)

Tenía 39 años y atrás dejaba un marido, dos niñas pequeñas y las dos quintas partes de una obra sin rematar. Irene Nemirovski era una escritora respetada en Francia, país en el que su familia se había instalado en 1919, pocas semanas después de salir de Ucrania (donde Irene había nacido), huyendo de las amenazas de los nuevos dirigentes comunistas.

Los Nemirovski tenían dinero y apreciaban la cultura, por lo que Irene recibió una esmerada educación. Su primera novela, David Golder, editada en 1929, le abrió las puertas del mundillo literario francés y le aportó un renombre que no le serviría, empero, para obtener la nacionalidad del país ni la salvaría de las leyes serviles que el gobierno colaboracionista de Vichy dictaría en 1940 contra los "ciudadanos extranjeros de raza judía".

Irene y su marido, Michel Epstein, se habían refugiado con sus dos hijas en casa de una leal amiga en la región de Borgoña, lejos de París. Allí, con su estrella amarilla prendida en la ropa, Irene había iniciado la redacción de una gran obra que narraría la situación que se estaba viviendo en Francia, tanto en el campo como en la ciudad. La obra tendría cinco partes que sumarían en total un millar de páginas y en ella se reflejarían los conflictos sentimentales, económicos y sociales de las gentes corrientes del que ella consideraba como su país. Pero Irene no pudo escribir más que las dos primeras partes.

Cuando Irene fue detenida, su marido hizo muchas gestiones para encontrarla, apelando a las autoridades francesas y a su condición de bautizados en una iglesia cristiana. En octubre de 1942, Michael Epstein fue también detenido y asesinado. Sus hijas, sin embargo, fueron salvadas por la amiga que las tutelaba. En la maleta que llevaron en su huida, la tutora metió fotos, documentos de la familia y las últimas páginas que la madre había redactado con letra minúscula para ahorrar papel y tinta.

Elisabeth y Denise Epstein crecieron guardando el manuscrito de su madre. Tuvieron que pasar muchos años antes de que se atrevieran a leerlo y mecanografiarlo. Suite francesa permaneció inédita cerca de sesenta años. Cuando se publicó en Francia, en 2004, resultó un éxito tal que en seguida cruzó fronteras y ganó premios y lectores en otros países y otras lenguas. En España obtuvo en 2005 el premio del Gremio de Libreros a la mejor obra del año por su "belleza narrativa y la mirada imparcial en la descripción de la vida cotidiana de la Francia ocupada por las tropas alemanas".

29 comentarios:

Isabel dijo...

Es increible todo lo que se pierde durante una guerra,siempre injusta;pero por suerte,también me parece increible que,a pesar de todo,haya personas dispuestas a jugarse la vida por conservar escritos y documentos que son el retrato de una realidad que nunca se debe olvidar.Esta historia demuestra que siempre merece la pena.Gracias porque no la conocía.
Un beso.

Marcelo dijo...

Es increíble que además de truncar vidas, la guerra se lleva otras cosas y que padecemos todos, su familia por la cercanía, pero también una obra que yo, por ejemplo, no conocía.
Un saludo Cecilia!
PD: esta tarde íbamos caminando por Palermo con Miriam, y ella me señaló un balcón. Al unísono dijimos que te gustaría a ti.

Unknown dijo...

¡Qué terrible destino!
Gracias por descubrirme aesta escritora.
Pongo el libro en la lista de pendientes.
Besos

Fernando Manero dijo...

La historia de Europa está llena de historias terribles como la que comentas. Nunca acabaremos de sorprendemos de lo que sufrió la generación que vivió la guerra y la humillaciones de que fue objeto. Jamás podremos olvidar ni perdonar a los que las provocaron.

Diego Fernández Magdaleno dijo...

Una vida trágica. Una escritora extraordinaria.
Besos,
Diego

Merche Pallarés dijo...

Otra tragedia mas... Lástima que no sepamos (por lo menos yo) de ningun escritor/a palestino/a que nos puedan describir su horror bajo la bota israelí... Besotes, M.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Todas estas historias me traen recuerdos de familia.
Creo que debo buscar este libro.
Gracias Cecilia por la aportación. Aprendo mucho de tus entradas.
Besicos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Una gran historia.

Anita dijo...

Imagino que el destino de este libro seria ver la luz, tarde o temprano, con guerra de por medio, años después etc...Sólo por eso creo q merece la pena leerlo. Lo buscaré.

Saludos

Javier dijo...

A través de tu relato nos das a conocer a alguien que para casi todos nosotros era una desconocida.

Un abrazo

Una dijo...

Me dejan bloqueada estas historias,es tremendo cómo los que promueven las guerras se apresuran a callar a los que tienen relevancia.
Los judíos sufrieron persecuciones desde hace siglos y es triste que ahora sean algunos de ellos los que hagan inviable la vida a sus vecinos palestinos.Horrores de las guerras.Ha sido muy interesante conocer una escritora más.Un abrazo

m.eugènia creus-piqué dijo...

Sabía algo de ella aunque no he leido su obra .

CARMEN dijo...

Gracias Cecilia, por acercarnos la trágica vida de Irene Nemirovski.
Buscaré el libro.
Un beso.

Álvaro Dorian Gray dijo...

Siempre sorprendiendonos y acercándonos a esa "otra" cultura oculta por los grandes boom publicitarios. Gracias me abres el apetito por los libros.
Saludos y salud

fritus dijo...

Muchas gracias por la recomendación...va a la cola, tras Kapucinski y otro/as tanto/as que descubrí en esta santa casa.
Un abrazo

angela dijo...

Por desgracia Cecilia las generaciones que han vivido las guerras además de mutilarles las ilusiones también les mataron a seres queridos y en el caso que tu cuentas se salvo el recuerdo para que nosotros no olvidemos las penurias que vivieron. Gracias por acercarnos otro libro interesante.Que tengas una buena semana.Un abrazo Angela

Anabel Rodríguez dijo...

Me ha gustado mucho la entrada. Por cierto, me has destripado una de las biografías que tenía en mente, porque después de hacerlo tú, yo sólo metería la pata. Has dado cuatro pinceladas que describen a la persona, la escritora y su tiempo.
Fantástico.
Besos.

El Diablo Des. dijo...

Aún dejando de lado la ya llamativa historia de esta novela, suena interesante el saber de la vida en Francia en aquel momento.

begoyrafa dijo...

Leí el libro el año pasado y aparte del poso de amargura que te deja ( Sólo el epistolario del final en el que se recoge la correspondencia entre 1936 y 1945 ya mereceen un libro) es un libro que duele porque está escrito, no sé como decirlo, sin odio. parce imposible que esa mujer pudierqa trasmitir tanta paz en medio del horror.
Me sumo a la recomendación.
Un abrazo
Rafa

dudo dijo...

gracias. me lo apunto y lo leeré. desde que me llevé a amin maalouf a la sala de dilatación, me hice la promesa de hacerte caso siempre con las recomendaciones literarias. gracias, cecilia...

dudo dijo...

(sí, hija, leo... por la noche, después de la teta, su padre lo pasea por el pasillo hasta que se duerme: vienen a ser tres ratos de media hora cada vez. Y yo, mientras tanto, leo. Ahora, "Los cisnes salvajes", sobre China. Muy muy bueno, también. Besos!!)

Anónimo dijo...

Las guerras se han llevado tanto,esta historia como muchas otras,de grandes talentos que se pierden en el odio sin sentido de otros,esta historia demuestra que se puede truncar una vida ,pero las letras sobreviven y son un legado de toda la humanidad,un abrazo Cecilia,gracias por compartir tus conocimientos conmigo,amplias mi mundo,muchas gracias!

Guadalupe Munguia dijo...

Lo que parece increíble es que las lecciones amargas de la guerra, no valen para impedirla.

Buscaré el libro y gracias, por hacerme conocer a esta excepcional mujer. Aplauso especial para aquella buena amiga que se encargó de mantener vivas a sus hijas y a sus letras.

Besos

Laura dijo...

Menos mal que todavía siguen viendo la luz este tipo de escritos, gracias a las personas que consiguen sobrevivir al horror y sacar adelante lo que sus familiares no pudieron porque fueron víctimas de la represión, de la injusticia, de la crueldad.
Un saludo

Ferragus dijo...

Algo de “universal” tiene su mirada en la fotografía ¿El reflejo de su Ucrania natal? Quizá.

Un beso, Cecilia.

La Gata Coqueta dijo...

Que historia tan dramática. Como todo lo que toca la guerra.
Esa amiga que las cuidado y salvo a las hijas, que personas con que generosidad hacia la amistad indestructible.

El haber guardado los folios de cualquier modo fue un motivo para salvaguardarlos de toda destrucción y hoy aun muy tarde pero pudieron ver la luz los escritos tantos años guardados.

Un saludo acompañado de besos.

Miriam dijo...

Cuanta gente maravillosa como ella ha muerto en campos de concentración... pero nada, ni siquiera la muerte ha podido callar sus palabras. Es la revancha contra la injusticia de la barbarie.
Besos

Euphorbia dijo...

¡Qué historia!
Otra recomendación que me apunto.
Ay el día que me acerque a las librerías del centro...

Cigarra dijo...

Se me pone un nudo en la garganta cuando leo estas historias. Gracias por contarnoslas