lunes, 23 de marzo de 2020

La vida interrumpida

Son las once y seguimos en casa. A estas horas deberíamos estar paseando por el centro de la ciudad, visitando un edificio notable o una exposición recién inaugurada, escuchando una conferencia o una lección de historia, tomando un café con los compañeros después de una reunión de los socios.
A estas deberíamos estar en la calle, pero el mundo se ha detenido, de repente, y nuestra vida cotidiana se ha interrumpido.

Llueve lentamente sobre Madrid. Es una lluvia que limpia la atmósfera, que ahora ya no es tan turbia y pestilente como suele, que empapa las calzadas y las aceras desiertas, que arrastra el polvo de los coches estacionados en el mismo sitio desde hace más de diez días.
La lluvia amortigua los intensos deseos de salir de casa que a veces nos hacen temer que no seremos capaces de aguantar otras tres semanas confinados.



Te imagino consultando la agenda, doliéndote por una cita que has tenido que aplazar, una actividad que se ha anulado. Acordándote de tus compañeros de la Asociación, ese montón de hombres y mujeres jubilados que se han unido a ti para poner en marcha un proyecto que está dando muy buenos frutos. No hay más que ver cómo acudimos a las charlas, a las tertulias, a las visitas y viajes que organiza la Asociación. Y ver, ante todo, las buenas relaciones que se están forjando entre personas que antes de acudir a estas actividades quizás ni se conocían.

Los jubilados son gente con iniciativa, con creatividad, con muchas ganas de disfrutar de la vida, de aprender lo que antes no se pudo conocer, de relacionarse, de compartir vivencias, de hablar de lo que saben, de lo que dudan, de lo que sospechan, de lo que gozan.

El recuerdo de esos compañeros, que ahora son sobre todo amigos, te acompaña esta mañana, mientras bajas al jardín aprovechando una pausa de lluvia. Las plantas han reverdecido con la humedad y huele a verde, a flores.

La vida se ha interrumpido pero sólo por unos días. Estamos esperando a que escampe, que la primavera avance, para reencontrarnos fuera.

(Foto: Charo)

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