martes, 24 de marzo de 2020

Escapar

 Hay días más difíciles que otros. Días en que el encierro hace mella en ti, que llevas tantas horas metida entre paredes.
No es sólo la prohibición de salir de casa, las ganas de darte un paseo o una caminata como cualquier tarde normal de primavera. Es también el miedo, el pánico que te ataca cuando notas un escozor en la garganta y un cierto decaimiento matinal. ¿Será el virus?

Te convences de que no es más que una faringitis. O ni siquiera eso, una irritación de la garganta por haberte asomado tantas veces a la ventana sin bufanda, a pesar de que las temperaturas han bajado estos últimos días.

Pero después escuchas las noticias y el pánico se convierte en un dolor profundo, en una tristeza sin límites, en la terrible sensación de que en cualquier momento vas a cometer una fechoría para romper esta rutina excesiva.

Entonces vuelves al ordenador y revisas los mensajes llegados ayer. Son tantos que algunos los leíste por encima o, si eran vídeos, se quedaron sin abrir.
Entre ellos hay uno de Maite, una de mis queridas amigas lectoras, que me llena de luz, de vida, de pasión.... La Pedriza con música de Zaz.
¡Qué ganas de escapar!

Saldremos de esta, dicen los niños.
Volveremos a vernos, dicen las amigas.
Creo que voy a pasar el resto de la tarde escuchando a Zaz.



Fotos de Maite B.