lunes, 31 de marzo de 2008

Africanas

“No pienso volver a casarme”, dice con calma una joven viuda desde la pantalla de mi televisor. Sus palabras serenas retumban en la habitación. “Los hombres que quieren heredar a una mujer son en su mayoría unos gandules que sólo se preocupan de tener comida para ellos”, dice Agnes Achila, la mujer que habla ante la cámara sin perder el aplomo.

Agnes vive en una aldea de Kenya, a orillas del lago Victoria. Es costumbre allí que las viudas sean entregadas a otro hombre cuando pierden a su marido. El consejo de ancianos de la comunidad se reune para designar al varón que ha de heredar a la viuda. A ella no se le consulta su opinión o su preferencia. Ni se acepta que quiera vivir sola, cultivando su tierra y criando a sus hijos.

Pero Agnes y otras mujeres tan valientes como ella, han decidido contravenir las normas. Los reporteros del programa de TVE En portada las han entrevistado. sus testimonios van surgiendo en la pantalla de mi televisor, a tantos kilómetros de distancia y de comodidades de la aldehuela keniana.

Helen Anyango, líder del grupo feminista Helga dice que, aunque ella lo prefiere, es difícil vivir sin un hombre porque hay tareas que les están reservadas a los varones; las mujeres tienen que sortear muchos obstáculos para cultivar la tierra, levantar viviendas, conseguir el dinero que necesitan para su manutención, la de sus hijos y la de los huérfanos que la miseria y las guerras han dejado a su alrededor. El objetivo de Helga es superar, merced a la unión de todas esas mujeres audaces, las trabas que la comunidad pone a las que quieren ser independientes.

Phoebe, otra viuda, cuenta que el grupo Okangi ha surgido para concienciar a las mujeres que están solas de que pueden apañarse para vivir su vida sin el concurso de un hombre y para concienciar a las otras, las que sí están metidas en la vereda de las tradiciones, de que han de respetar a las que son diferentes a ellas. Okangi trata de que las mujeres creen pequeños negocios para mantenerse e inculca a todas, adultas y niñas, la conveniencia de adquirir una formación para superar los obstáculos, la pobreza y el temor.

Conmovedor el reportaje titulado "Africanas, en el corazón de la vida". Lástima que no pueda aportar un enlace para quienes no lo vieron en televisión, porque no lo he hallado.

3 comentarios:

Cigarra dijo...

¡Qué merito inmenso tienen esas mujeres, luchando contra cosas que nos parecen inimaginables desde la comodidad, el confort y los logros que disfrutamos las mujeres de este islote de privilegio que es Europa occidental! Que no nos olvidemos nunca de ellas, y las apoyemos en lo que podamos, como haces tú divulgando la noticia.

Laksmi dijo...

Gracias Cecilia por acercarnos esa realidad... y darle así más valor a todo lo material que nos rodea....

Anónimo dijo...

Es extraordinario como cambia el mundo y las personas, incluso cuando no está preparado para cambiar.