lunes, 1 de mayo de 2023

Predicciones fallidas: la novela sobrevive

Hace tiempo que no leo nada sobre la supuesta muerte de la novela. ¡Con la de páginas de periódicos y libros que se han llenado con el tema! Bueno, igual es que yo ando despistada. Las páginas de prensa dedicadas a novedades literarias me atraen poco, lo confieso. No solo porque muchas críticas tienen un estilo grandilocuente y resabiado que me confunde sino también, y sobre todo, porque demasiadas veces me suenan más a propaganda de la empresa a la que pertenece el medio (y el libro comentado) que a divulgación de interés para los posibles lectores.

            El caso es que, cuando se anuncia la publicación de una nueva novela, sea de un autor de fama, sea de un autor desconocido, recuerdo las elucubraciones de quienes tantas veces han vaticinado la muerte de la novela y el patinazo de Jules Verne, que en 1902 escribía estas líneas.

No creo que en cincuenta o cien años se sigan publicando novelas, desde luego no en forma de libros. Serán completamente suplantadas por los diarios…. La novela se hará innecesaria, sus servicio y el interés que merecen ya están a la baja. La gente irá atesorando y ordenando sus periódicos en lugar de compilaciones de historia

 Verne era un visionario que predijo avances tecnológicos increíbles en su época, un precursor de los viajes a la luna y las estancias de seres humanos en el fondo del mar. Pero como profeta literario no acertó. Más de ciento veinte años después, la novela sigue existiendo mientras que los periódicos sobreviven a fuerza de subvenciones y de adaptaciones al formato digital, porque han perdido a miles, millones de lectores en papel. Y han perdido credibilidad, puesto que se les nota a menudo que son instrumentos de propaganda ideológica más que de información veraz y objetiva

Henry Matisse (fragmento)
Henry Matisse. Mujer leyendo (fragmento)

    La novela, en cambio, sigue viva, muy viva. Sigue llenando páginas de libros y estantes de librerías, atrapando lectores, suscitando curiosidad y adhesiones, llenando espacios de ocio, inventado fórmulas de narración acordes con los tiempos, adaptándose a los formatos digitales que se utilizan en los dispositivos electrónicos. La novela ha sobrevivido al interés que suscitaban los periódicos en la época de Verne y ha sobrevivido al nacimiento y expansión del cine, de la radio, de internet, al uso desmedido de los móviles, los ordenadores, las redes sociales y las plataformas audiovisuales.

No solo ha sobrevivido sino que se ha valido de esos avances para prosperar, diversificarse, multiplicarse, llegar a más gente y en más lugares.  

Me quedo con lo que decía Vargas Llosa en sus mejores tiempos de brillante autor de novelas.

2 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Cansados de pronosticar la muerte de la novela, ahora quieren matar la poesía...

Literatura y tercer milenio dijo...

La novela refleja el dinamismo de la humanidad. La intuyo muy vigente.