Desde el mirador del Empire State Building, en el piso 86 del edificio al que King Kong trepaba, aferrando con una de sus manazas a su amada, a la que prestó sus rasgos en 1933 la actriz Fray Way, el visitante no se siente un gorila sino, acaso, un pájaro sin plumas. La perspectiva de Manhattan es tan impresionante que hay que asomarse a los cuatro costados de la terraza para hacerse una idea aproximada de las proporciones de la ciudad, de sus contornos fluviales y de la densidad del tráfico y del gentío de sus calles.
Desde aquí arriba se aprecia con exactitud la trama cuadriculada del callejero de Manhattan, que sólo se quiebra en los barrios del sur y en las esquinas donde Broadway se cruza con las avenidas.
Manhattan es el corazón de Nueva York, el más conocido de los cinco distritos que componen la gran urbe. Los distritos de Bronx, Brooklyn, Queens y Staten Island, fueron condados independientes del estado de Nueva York (cuya capital, por cierto, es Albany, aunque su población y su prestigio son inferiores a los de Nueva York) hasta 1898, año en que fueron anexionados al distrito de Manhattan, que llevaba ya el nombre de la ciudad.
Manhattan es una isla alargada (casi 22 kilómetros de sur a norte), situada en la desembocadura del río Hudson. Los primeros colonos que viajaron desde Europa hasta el continente americano, atravesando el océano Atlántico, se instalaron en el borde inferior de la isla. Los italianos y los ingleses, que atracaron en las riberas de Manhattan en el siglo XVI, siguieron pronto su ruta hacia el interior del continente. Los holandeses, que llegaron después, fueron quienes levantaron las primeras casas en la isla en 1621.
Cuentan las guías que los colonos compraron a los indios las tierras del extremo sur de Manhattan por unas cuantas monedas. Allí, en los solares en los que hoy se alzan los grandes edificios de Wall Street, surgió Nueva Amsterdan, una ciudadela donde convivían gentes de razas, religiones e idiomas diferentes. Pero la tolerancia y las buenas formas que regían la comunidad no impidieron que los europeos empuñaran sus armas contra los nativos cuando quisieron ampliar sus posesiones y cultivar los terrenos en los que habitaban los indios.
Los ingleses se apoderaron de Manhattan en 1664 y le dieron a la ciudad el nombre de Nueva York. La guerra por la Independencia de los Estados Unidos de América, (1775-1783), vació de ingleses la isla. El nuevo país convirtió a Nueva York en su capital entre 1784 y 1790.
Durante el siglo XIX la población neoyorkina aumentó notablemente con las sucesivas llegadas de inmigrantes: los 80.000 habitantes censados en 1800 pasaron a ser 700.000 en 1850 y se acercaban a los 3,5 millones en 1900. En el presente sobrepasan los ocho millones.
Esta expansión demográfica supuso la urbanización de toda la isla, tarea que se llevó a cabo aplicando un trazado callejero que se basa en la numeración de las avenidas, que cruzan la isla de sur a norte, y de las calles, que van de este a oeste. La rotulación numérica tiene la ventaja de que el forastero siempre sabe en qué punto del mapa se encuentra el lugar que busca y a cuánta distancia está del punto al que se dirige.
Vistas desde el mirador del Empire.
Foto 1. La cúpula, que se ilumina de noche, del Chrysler Building (1930). El edificio negro y esbelto que se alza a su derecha, es la Torre Tramp (2001), en cuyos pisos hay viviendas y oficinas.
Foto 2. Vista del Metropolitan Life Tower (1909-1913), junto al Madison Square park.
Foto 3. El Rockefeller Center (1933), a cuyo último piso subimos una noche para contemplar el Empire. Como fondo, se aprecia la gran masa verde de Central Park.
Durante el siglo XIX la población neoyorkina aumentó notablemente con las sucesivas llegadas de inmigrantes: los 80.000 habitantes censados en 1800 pasaron a ser 700.000 en 1850 y se acercaban a los 3,5 millones en 1900. En el presente sobrepasan los ocho millones.
Vistas desde el mirador del Empire.
Foto 1. La cúpula, que se ilumina de noche, del Chrysler Building (1930). El edificio negro y esbelto que se alza a su derecha, es la Torre Tramp (2001), en cuyos pisos hay viviendas y oficinas.
Foto 2. Vista del Metropolitan Life Tower (1909-1913), junto al Madison Square park.
Foto 3. El Rockefeller Center (1933), a cuyo último piso subimos una noche para contemplar el Empire. Como fondo, se aprecia la gran masa verde de Central Park.
23 comentarios:
Y aquí seguimos recorriendo Nueva York gracias a ti!!!
Besos
volviste!!!! aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaays!!!! me encantaría volver.... no se si has ido a Londres, pero te lo recomiendo muchísimo!!!.. también quiero volver a Londres :) y ver la parte más rural, acabé más por los castillos jajjaja
saludos
Conozco Manhattan desde otro punto de vista, desde la calle, pues una prima hermana vive alli y todas las navidades nos envia fotos de las calles engalanadas.
Ahora gracias a ti tambien tengo una vision a vista de pajaro.
Un abrazo
Sesenta florines, el equivalente a unos 25 dolares, dice que pagaron los calvinistas holandeses a los indios por la peninsula de Manhattan. Casi cuatro siglos han pasado desde entonces y el mundo contempla asombrado lo que ha ocurrido en esa isla, que resume como ningun otro espacio las grandes transformaciones contemporáneas. Nunca se acabará de admirar suficientemente lo que NY significa y nos aporta. Miles de veces hemos visto esas imágenes. Miles de veces las volveríamos a ver, sin agotarnos y siempre sorprendidos.
Has vuelto :) Ten cuidado que aquello dicen que engancha. Eso sí, las fotos, desde el balcón :)
AHHHHHHHHHH! Me encantó, que suerte volver a Nueva York, y que afortunados somos de que tú vayas y nos lo cuentes.
Besos gracias
NY, NY, que decía Sinatra. Mi hija y mi yerno cuentan y no acaban de lo mucho que les gustó esta ciudad. Ahora tu nos la acercas. Gracias.
Un abrazo
Wowww, este post-reportaje es fantástico! Estupendas fotos.
Besos, amiga Cecilia.
Hemos visto tantas veces esa ciudad antes de llegar a ella que parece que nos pertenece un poco a todos.
menudo paseo nos estamos dando gracias a tu blog. Y también el paseo que se van a dar mis personajes...
Gracias!
Un beso!
Son maravillosas las fotos,una ya es mi fondo de escritorio,además está estupendamente bien documentada,ya sabemos un poco más de esa ciudad tan preciosa.
Quiero volver para allá.
Este es el tercer comentario que te hago, espero que salga...(antes no he podido porque me salía Blogger diciendo que no estaba operativo...).
Ese Chrysler Building es el que mas me gusta de todos los rascacielos que existen en esa ciudad. Gracias por la información que nos proporcionas querida Ceci. Muchos besotes, M.
Este tu Espectacular Balcón, Cecilia, nos brinda como el otro momentos, escritos y vistas impresionantes.. ¡Qué gran Viajera y Guía eres!
Un beso de vértigo, lo confieso es una de mis fobias, pero contigo creo que se me pasará...
Cecilia, no es sólo lo que cuentas, y las increibles fotos, es cómo lo cuentas. Me gusta mucho como escribes, da gusto leerte, de verdad.
Me encanta Manhattan. He estado en varias ocasiones y cada vez que voy me sorprende y la veo desde nuevas perspectivas. Gracias por traernos a esa preciosa ciudad. Un beso
Hola Cecilia, ¡QUE ENVIDIA TIA!, es nuestro viaje pendiente de mi pareja, mi hija y yo, no tardaremos mucho en ir.
Muchas gracias por las imágenes y la descripción.
Un abrazo, didi
que bueno. me encantaria visitarlo. lo más alto q he subido es a al edificio de plaza españa en la planta venticinco. saludetes
Qué me dices de la antena de Chyrsler para para ganarle al Empire? Y eso de que en la plaza del Barrio Chino se encontraba la plaza donde se desarrolla Gangs of New York?
Un beso
Que gusto pasear a tu lado.
Seguiré esperado el siguiente recorrido.
Besicos.
HOLA TE VISITO POR PRIMERA VEZ.
ME ENCANTA LA VISIÓN QUE NOS DEJAS SOBRE MANHATTAN.
TE INVITO A PASEAR POR MI BLOG Y A QUE VEAS´MIS BALCONES.
Estuve alli cuando aun estaban las torres gemelas, pero tu nos has dado un paseo especial por Nueva York. Un beso
ME ENCNATO TU FOT DE PERFIL
GUAU INCEIBLE
Publicar un comentario