miércoles, 31 de marzo de 2021

Semana santa

Sin viajes, sin visitas familiares, sin escapadas al pueblo de los abuelos, sin comidas o cenas con la pandilla de amigos, sin procesiones los religiosos.... ¡menuda semana santa! Aunque hay gente que ha rebasado los perímetros acotados de las comunidades autónomas sin causa justificada, (no vale irse a hacer un tratamiento dental a Cádiz, ni ir a comprase un perro a Valencia), la mayoría de los españoles permanecemos anclados en nuestras localidades de residencia, frustrados unos por no poder aprovechar las vacaciones, resignados otros porque sabemos que la guerra contra el virus no ha terminado, confusos casi todos por esta situación sanitaria, económica y social que no entendemos nosotros y, al parecer, ni entienden los que nos gobiernan.

Veo desde Madrid con cierta admiración a los gobernantes que, desoyendo clamores de sectores turísticos (el turismo como motor principal de la economía en este país que ya hace tiempo convirtió tiendas, talleres y fábricas en hoteles, bares, tiendas de souvenir, servicios para forasteros, etc) mantienen las restricciones en tanto no se reduzcan las cifras de contagios en su territorio, las de mortalidad y de ocupación de camas hospitalarias. Aquí, en esta comunidad "distinta", las restricciones se aplican con una holgura que enfada a quienes procuramos cumplir con las medidas de seguridad exigidas, o recomendadas, por los epidemiólogos, los médicos, los científicos y la mayoría de los gobernantes.

La foto de Olmo Calvo en el País ilustra muy bien lo que es Madrid en estas últimas semanas. Esta imagen de los borrachos, que no se encuentra en ningún museo madrileños, por cierto, es la evidencia de lo que está ocurriendo en esta comunidad donde todo es "distinto". Pero no, no lo es porque los madrileños hayamos inventado un tipo de vida diferente al del resto de los territorios españoles, ni porque aquí entendamos la libertad de manera más intensa que nuestros parientes de Andalucía o de Galicia. Es "distinto" porque aquí tenemos y mantenemos a unos gobernantes que siempre están procurándose titulares en la prensa, tratando de ganar protagonismo a nivel nacional para dar el salto cuanto antes a la Moncloa. Enfrentarse al gobierno central y a los de otras autonomías, incluidas las que son del mismo partido, es parte de la estrategia de quienes ocupan la Puerta del Sol, sea su nombre Alberto, Espe, Cristina o Isabel. Es la fórmula para hacerse notar por el resto del país y aspirar a gobernarlo entero.

¡Menuda semana santa de ruido, cogorzas, aglomeraciones y contagios nos espera! Y mientras tanto, quienes animan a los forasteros a venir a disfrutar de nuestros excelentes bares y nuestras libertarias calles, mantienen los centros de salud a medio gas y los centros de urgencias cerrados durante los fines de semana y los festivos. ¡Así nos va!

Foto: Olmo Calvo

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