La vida es una cadena de despedidas. Siempre
estás diciendo adiós. Siempre estás intentando superar esa sensación de punto
final, de tiempo extinguido. Siempre enhebrando propósitos de encuentros futuros, de viajes o
citas que son un alivio al dolor que produce una separación, pero que a veces no llegan a
materializarse.
Detesto
las despedidas. Pero adoro las bienvenidas, los encuentros inesperados, las
citas con gente con la que hace tiempo que no tratas… como esta de hoy. Después
de dos años de ausencia, vuelvo a encontraros en la blogosfera, donde os dejé
cuando me fui, sin despedirme porque no sabía que me estaba marchando para
tanto tiempo.
Respondo
a vuestra invitación. Abro el blog y os saludo. Me produce un placer inmenso veros
de nuevo, hablaros y leeros gracias a la mediación de Laura.
He
pensado estas últimas horas en los asuntos de los que podría escribir. En dos
años han ocurrido muchas cosas que merecen comentarios, críticas y quejas.
Podría hablar de la marea blanca, de los médicos madrileños que luchan contra
la privatización de los hospitales públicos, de la marea verde, los profesores
que protestan por los injustos recortes de presupuesto en las aulas de los
niños que intentan educar, de las universidades que se quedan sin laboratorios
y sin investigadores, de los estudiantes que pierden sus becas, de las familias
a las que se les niega una ínfima ayuda para el comedor escolar, de las que se
esfuerzan para pagar la luz, el agua, las medicinas, las matrículas, las tasas, las hipotecas, la compra diaria mientras les reducen el
sueldo y les suben los impuestos. Podría escribir sobre la gente que ha
perdido su trabajo, la gente que ha perdido su casa, los ancianos que pierden
atenciones sociales, los cines que cierran, las emisoras de televisión públicas que
se arruinan después de ser utilizadas malamente por sus dueños políticos. Podría escribir de los
miles de hijos que se nos han marchado a otros países buscando el trabajo que
aquí no tienen… Podría incrementar la lista de quejas contra esta panda de
ineptos que gobiernan el país, las comunidades y los municipios, del futuro
triste que se presagia si no los mandamos a todos ellos (o a casi todos) al
paro político.
Pero este domingo no voy a escribir sobre nada de eso. Simplemente voy a poneros un mensaje de
afecto, acompañándolo con una foto de una plaza de mi ciudad, que reconocereis por el reloj que se ve al fondo. La tomé una tarde de jueves, cuando en esta plaza se reúnen unas docenas de personas para exponer las fotos de los muertos y asesinados del bando republicano y pedir justica para ellos.
Estoy encantada de encontrarme con vosotros, amigos, Laura, Anabel, Laura Lau Ra, Daniel, Marcelo, Elena, sin olvidar a otros amigos que tal vez sigan todavía por estas latitudes: Merche, Xilo, Pedro, Ángel, Rodolfo...
14 comentarios:
Como tengo puesto tu blog en mi lista de feedly me he encontrado con la noticia de tu retorno ahora mismo. Me alegro mucho. Esto es como una carrera de relevos. Yo estoy cansado ya de escribir sobre casi todos los temas que anuncias. Parece que el tedio, el aburrimiento y la depresión se hayan instalado en el corazón de uno. Necesitamos de vez en cuando tiempos de silencio. Que los ruidos vayan apagándose y que una nueva ilusión llene nuestros corazones. Está bien, muy bien, lo de la bandera. Es una nueva-vieja ilusión.
Seguiremos en contacto
Cecilia, que es más bonita en carne mortal que en blog y mira que en blog vales lo tuyo. Me alegra verte, leerte. Verte en el blog roll esta mañana me ha dado un subidón. Han pasado dos años y tu último post era combativo, esté también, porque hay mucho por lo que luchar y tú sabes dar la batalla. Besos requetegordos.
Me encanta que el ciberespacio sea ese café entrañable donde siempre terminamos por encontrarnos para charlar de lo que sea, para comprobar que seguimos vivos y batallando. Tus batallas son las mías también, y comparto tus sueños. Somos muchos, y podemos más (solo nos falta creérnoslo del todo)
Un abrazo, y qué bien que esta idea que se le ocurrió a Marcelo (lo digo para que no se me atribuya a mí más que, si acaso, la creación de un grupo para los mensajes) esté encontrando eco, porque somos los mismos y seguimos estando.
Una gran alegría este reencuentro contigo, maravilloso comprobar que seguimos vivos, que seguimos asomados a tu balcón, llevados de tu mano, viendo, entre otras cosas , esa hermosa bandera plantando cara altivamente al cielo nublado y frío.
Un abrazo grande.
Por esas incógnitas del mundo blog, "Cecilia en el balcón" fue uno de los primeros que leí. Por tu balcón me he ido enterando lo que pasa en la Madre Patria, de tus opiniones, de curiosidades de tu tierra, la tierra de mi madre y por extensión, mía también. Es una alegría releerte y reencontrarte, y ser copartícipes de este módico intento resurreccional al que estamos abocados todos, este 1º de diciembre de 2.013.
Un abrazo Cecilia!
Es un gusto volver a leerte, Cecilia; como siempre, agradecido de poder seguir aquellas cosas que ves desde tu balcón. Un abrazo sostenido de amistad.
Cecilia, espero vernos pronto brevemente con nuestro amigo común Rodolfo y tomarnos unas cañas que nos quedaron pendientes hace años.
Qué gran idea la que se ha organizado.
Salud y abrazos
Cecilia, que alegría!!
Tu regreso me llena de alegría, te lo prometo. No se que decir, ha sido una agradable sorpresa ver que vuelves en los momentos que más falta nos hace.
Muchas gracias.
Un abrazo enorme!!!
No nos conocemos, Cecilia, pero ha sido un enorme placer encontrarme contigo en esta reunión repentina (de la mano de tan buenos amigos, era imposible no asomarse).
Un abrazo.
¡¡BIENVENIDA de vuelta, querida Ceci!! Aunque ahora yo soy la que está ausente de mi blog y no hago muchos comentarios en los de los amigos aunque los leo. Estoy más en Facebook porque es más liviano y asequible (sí, me he vuelto muy vaga...). De todas formas es un placer volver a leerte querida amiga. Muchos besotes, M.
Me alegro de tu vuelta y de volver a leerte en cualwuier tema que decidas, porque estoy segura de que nos aportarás tu buen hacer. Enhorabuena y nos seguimos por estos andurriales.
Besicos muchos.
No sabes cuánta alegría me produce ver de nuevo actualizado este blog. Y ver que sigues con firmeza de convicciones.
Gracias. Un beso.
Cecilia, me encanta poder leerte de nuevo. Yo también he estado ausente por problemas familiares y que han terminado con una triste despedida para siempre...Así que esta navidad ya no es la misma que el año pasado pero la vida continúa... Y pronto volveré con ánimos renovados. Feliz 2014 con deseos cumplidos. Un bs
Cecilia te dejo un abrazo grande!
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